Si Ana se despertaba, seguro iba a ser por el olorcito a dieciocho que tanto le gustaba. Esperaba siempre los juegos, los primeros rayos del sol que calentaban algo más de lo que lo hacían en invierno, el olor a empanada, a vino y a asados por todos lados, el sonar de una cueca bien zapateada y de una huasita bien colorada ante los ademanes del mozo bailarín. Le gustaba ir a las ramadas, donde se paseaba entre una gran multitud en compañía de su morenazo; nunca asumió que le gustaba pasearlo y poner verdes de envidia a las chiquillas que lo vieran, por que era bien pinteado, de esos altos buenos mozotes. ¡Hay de mí! Cuanto anduve suspirándole al moreno hasta que llego la Ana y me lo quito de las manos. Cuantas historias contaba el moreno, y harto que sabia el de la historia, y como buen entendido me contó una vez sobre que celebráramos el 18 de septiembre, y nunca me imagine lo que había detrás de lo que todos vemos. Me contó algo de una junta de gobierno y me hablo de hartas palabras bonitas, como de fraternidad, que me explico que era una cosa como de hermandad, y la libertad que eso si que lo sabia yo. Eso, me dijo, lo sacaron los de la junta de los franceses y su revolución, pero que más daba si sonaba re bonito. Y así muchos lucharon por lo que hoy en día vivimos y gracias a ellos nos queda apenas el año para cumplir doscientas primaveras de esa junta bendita.
Y hablando de primaveras, yo le pregunte parece una vez al moreno si esos los de la junta habían planeado que fuera en primavera, por que nada me parece mas bonito que celebrarlo como le gusta a la Ana, con los primeros rayitos del sol pegando en la cara cuando ya los echaba de menos y así con hartas flores bien colorida que adornan el paisaje de mi Chilito. Y como no quererlo si siempre tiene ese olor a dieciocho aunque no lo sea, por que siempre es primavera en Chile cuando una lo lleva en el alma y agradece a esos hombres que dieron la vida por la nuestra.
Sí. Así me hablaba a veces el moreno y yo me aprendía todas esas palabras por que me llenaban los ojos de lagrimones el pensar que mi tierra había sido de otro, pero ahora es nuestra, de todos y cada uno, de la Ana, del Moreno, mía. Así entonces me pensaba en como la cuidamos… ¡ayayay! Si cada chileno supiera lo que le costo a estos señores darnos la libertad le agarrarían mas cariño. Me pongo a mirar por la ventana y veo a la Aurorita afanada haciendo empanadas con la Ana que se levanto. Y por ahí veo al Moreno que abraza a la Ana, parece que la quiere harto. Y eso en el fondo me hace feliz, por que en el campo somos todos vecinos, amigos y familia, como decía, familia en el Chile que nos une por que es de toditos.
Sí. Así me hablaba a veces el moreno y yo me aprendía todas esas palabras por que me llenaban los ojos de lagrimones el pensar que mi tierra había sido de otro, pero ahora es nuestra, de todos y cada uno, de la Ana, del Moreno, mía. Así entonces me pensaba en como la cuidamos… ¡ayayay! Si cada chileno supiera lo que le costo a estos señores darnos la libertad le agarrarían mas cariño. Me pongo a mirar por la ventana y veo a la Aurorita afanada haciendo empanadas con la Ana que se levanto. Y por ahí veo al Moreno que abraza a la Ana, parece que la quiere harto. Y eso en el fondo me hace feliz, por que en el campo somos todos vecinos, amigos y familia, como decía, familia en el Chile que nos une por que es de toditos.
Y que culpa tiene la Aurorita. Y si a lo mejor el Morenito no la quiere tanto y fue por la Aurorita que se caso con la Ana. Y es que no creo que la quiera más de lo que me quería a mí, por que la Ana sigue siendo una huasa y a mí el Moreno me enseño harto de la vida y de la educación. Y a él que le gustaba la historia de Chile hombre, si era nada mas mirarlo cuando le hablaban de su Bernardo O’higgins, por que se me había olvidado que el Moreno era de Chillán como el este caballero libertador nuestro. Y parece que por eso al Moreno le gustaba tanto la historia, por que este nació igualito en agosto, como me decía siempre, que el prócer, que no se que significa pero el le decía así al don Bernardo. La cosa es que los dos nacieron igualito el 17 de agosto pero el Moreno nació un par de años antes que yo, por que éramos los dos mocosos cuando nació la Ana, y la Ana nació en primavera la muy bonita que se creía, siempre decía que era la flor de Paso Hondo y por eso todos la miraban, por que bonita era, pero el Moreno era mío, y no me lo respetó.
Si hubiese nacido yo en la primavera, que hubiese sido bonito hombre, me creería flor igual que la Ana y el Moreno me seguiría contando historias de la patria. Parece que a la Ana no le gusta tanto el dieciocho por la historia sino por lo que come la re bruta y por que el Moreno le da sus chauchas para que se compre trapos nuevos y a la Aurorita también. Pero que culpa tiene la Aurorita, si ella es el futuro de la patria. A lo mejor la Aurorita va a ser presidenta de la república cuando se a grande, por que bien habladora que es la mocosa, pero es bien linda y bien inteligente por que a ella si que la ama el Moreno y ella debe de saberse mas historias que yo por que el Moreno le habla y le habla y a la Ana nada. Ojala el Moreno me contara otra vez eso de la bandera que no me acuerdo ya.
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